Lawrence Anyways de Xavier Dolan

A propósito del diseño de vestuario audiovisual…. Mientras veo una película, ya no puedo dejar de ver los detalles en cada prenda, texturas y colores, la moda, las asociaciones, los errores quizás?….la interpretación de la época, o la invención de una. Poder notar cómo transmite información antes de que hablen los personajes, solo por su presencia o ausencia. Cada construcción volumétrica en esos cuerpos y cómo portan cada prenda ya nos dicen quiénes son y lo que está pasando alrededor probablemente. Esa puede llegar a ser la forma de relatar tan fuerte que tiene el vestuario, que tiene propiamente tal, la construcción de personaje.

Pero hay películas en que esta disciplina va más allá, y simplemente te demuestra que siempre hay una forma más novedosa, más inteligente, más audaz de relatar aquello que no se dice, aquello que está incluso fuera de la historia lineal y nos une puntos distantes de un relato, son piezas de un puzzle que el espectador construye en observación simultánea a la acción. Y están ahí, silenciosos detalles que esperan ser encontrados para entender más, son trozos de una Verdad. Son como acertijos que se arrojan al inconsciente del espectador. A veces hay que ver cinco veces la película para poder observar aquello. Así me pasó con la película Lawrence Anyways, de Xavier Dolan. Esta película tiene tantas capas de detalles en el uso del vestuario, de principio a fin, que cada vez que la veo siempre hay algo nuevo, descubro un detalle más. Lo más increíble, es que el director ha hecho este trabajo de vestuario en looks tanto de protagonistas como del último extra en tercer plano, y eso no siempre sucede.

Hay un gran trabajo de diseño en el personaje Lawrence, quien se nos presenta en principio como un hombre heterosexual de 30 años, guapo, establecido en su vínculo con la sociedad y exitoso laboralmente pero profundamente frustrado en su interior. Y presenciamos esta decisión de transicionar, transformarse en la mujer que siempre ha sido. Es un crimen haber vivido así todo este tiempo!, le dice a la confundida Fred, su pareja, para que comprenda su situación. Tras muchas dificultades logra transicionar y la vemos empoderada, resuelta, confiada, muy femenina, a la moda. Existen señales en el vestuario y el arte: el rosa, el violeta y las flores que poco a poco se adueña de ese cuerpo en construcción. En este recorrido Dolan proporciona una secuencia de looks que hablan de la transformación consistentemente; hay desiciones de texturas, de telas, de colores, todos lo que permita hablar, transmitir el camino interno que esta viviendo el personaje.

Y su transformación también está acompañada por el relato exterior. Esta historia se cuenta en lo íntimo, literalmente. Los planos en su mayoría se centran en los personajes, siendo enmarcados por el fondo, la mayor presencia está en el cuerpo y no en los objetos. La cámara pasea por los espacios interiores junto a los personajes, yendo de un cuarto a otro. Pocas veces vemos espacios abiertos, salvo el viaje a la Isla donde caen ropas desde el cielo, es un momento de éxtasis y el paisaje se transforma en un símbolo de libertad absoluta.

El vestuario en este film se acompaña del arte de una manera bella y persistente para relatar lo que acontece en el corazón y pensamiento de los personajes. El espacio se modifica según el ánimo y cambios en los personajes. Ellos modifican su entorno y no al revés. Cómo es adentro, es afuera. De eso se trata la propuesta de arte y vestuario de Lawrence Anyways.

Hay mucha interacción entre vestuario y utilería, por ejemplo la escena en el salón de las Roses, cuando Lawrence es consolado tras ser brutalmente golpeado por un homofóbico en un bar. Las Roses lo auxilia y le sirven un té. Esa taza, pequeña y de porcelana delicada, es azul. Es como dicen en inglés, i’m feeling kind of blue….debe estar muy triste, pero en vez de lágrimas vemos cómo toma de la taza azul con su rostro todo golpeado y ensangrentado. También se relaciona el vestuario con la fotografía, por ejemplo las luces de la disco donde Fred y Lawrence bailan iluminan a uno y otro según su paleta de color, pero irá cambiando, como adelantando lo que vendrá: Fred tiene un foco de luz violeta y Lawrence de luz azul. Esta paleta de color se cambiara de orden al final de la película.

Un ejemplo de trabajo ambientación y vestuario es el que sucede en la pieza del departamento que comparten. Es el cuadro de Mona Lisa de Da Vinci colocado en la cabecera de la cama. El mito de que es un autorretrato del autor es un guiño a la historia que acontece en esa pieza. Pronto, cuando la pareja pasa el primer shock, y Fred decide acompañar a su pareja en la transición, vandalizan su pared, grafiteando encima de la pintura la palabra Liberté!…..ellos exigen y toman la Libertad.

Son tantos mensajes entregados en la interacción de los personajes con objetos, luces, ambientación, que nos ayudan a terminar de entender quiénes son estas personas y que les pasa en sus mentes y corazones.

Lo que más me sorprendió, y me costó verlo al principio, es el detalle de la extra en la última escena. Un trabajo en la composición, es un cuadro. Para entender la escena y su mensaje oculto, hay que recordar que la noche en que Fred decide separarse de Lawrence, en un acto ya de desesperación, se va de fiesta, a pesar de su dolor y depresión. La vemos en un vestido negro, semitransparente de encaje negro brillante, con la espalda descubierta, muy maquillada y arreglada. Esa noche besa a un desconocido, quien será el padre de su futuro hijo. Aquí está el quiebre de la relación entre Lawrence y Fred. Ese vestido que usa Fred es el mismo que vemos en la chica extra en la última escena de la película. Allí está esta chica extra, sentada, en último plano, seria y con el mismo maquillaje que usó Fred, esperando a ser llamada para ir al set a grabar. Casi parece un maniquí, apenas se mueve. Y al lado de ella está también esperando a ser llamado Lawrence. Aparece Fred para hacerse un café en su break, y él se acerca, de la nada, abordándola sonriente y con coquetería. Ella se sonríe, y responde. Ambos quedan flechados. Podemos pensar oh, así se conocieron, así empezaron su historia de amor!….pero al fondo de la escena también está el fin; aquella chica vestida exactamente igual que Fred cuando decide terminar la relación, estamos viendo el principio y el fin. Nos dice también que esta relación tiene un tiempo, no tendrá final feliz. Parece un desdoblamiento en el espacio-tiempo. Una muerte anunciada.

Un detalle final. Mientras más se acerca Lawrence a sí misma, cómo mujer, más se ve rodeada de naturaleza. Dolan la recorta contra una arboleda verde, contra un biombo de rosas, con viento lleno de hojas secas arremolinando sus cabellos. La naturaleza se hace presente mientras ella más se acerque a sí misma.

Esta película es una joya en la construcción del diseño de producción y el trabajo del diseño de vestuario en particular. Despliega muchas posibilidades, ahí mismo, sin preámbulos, sin teorías ni trucos, de una forma teatral casi.

Quizás es todo lo necesario para poder contar un proceso tan delicado y potente como la búsqueda de la verdadera identidad y el acto de ser valiente y arrojarse, así desnudo cómo lo hace Lawrence en una escena frente a Fred cuando le dice la verdad, así sin ropas, para construirse de cero. En esa escena, ella está con look que recuerda los colores del arcoíris….así de teatral y literal. Para contrapesar el drama, dolor y resiliencia de su protagonista.

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